Tres microrelatos
- Luis José Mata
- 5 sept 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 19 sept 2020
Ejercitó
Un día del comienzo de septiembre, un hombre disfrazado de caballero generoso decretó un indulto. Digamos que ejercitó un insulto para algunos. De cualquier forma, más de cien civiles salieron de las cárceles. Un hombre del ejército que ejercitaba maniobras y tramas contra el caballero magnánimo, se alarmó. Quizás él quería algo más. ¿Por qué el hombre disfrazado de caballero cortés indultó a los civiles? La respuesta es fácil: quería demostrarle superioridad al hombre que ejercitó maniobras y tramas. ¿Qué hicieron los civiles indultados o insultados? ¡Nada! Permanecían hablando de béisbol y bailando música sabrosa. Llegó diciembre con ese frío dulce que se mete por la piel. El indulto y el insulto dieron un buen resultado para el hombre disfrazado de conciudadano.
El anillo de oro
Cualquier sitio en la costa del Caribe era usado para engañar a una población ingenua y devota. Los habitantes adoraban las bagatelas ofrecidas por forasteros desconocidos. Uno de ellos vino de la Isla San Eustaquio. Él era hábil ofreciendo minucias y haciendo brujerías. Le presentó un anillo romano de oro a una atractiva joven que usaba playeras. Ella no lo compró por no estar segura qué era el oro. Pasó muchos días trabajando en su quiosco. Limpiaba, cocinaba y atendía a los visitantes. Un día uno de ellos le explicó lo que era el oro mediante una poesía. También le había mostrado un anillo de oro aunque no era romano. La joven bella esperó hasta el próximo verano. El forastero regresó otra vez con el mismo anillo. El sol ese día estaba brillante como el anillo. Del cielo parecían llegar rayos de oro. «Si el oro está en los rayos para qué tengo que comprar ese anillo», pensó la joven.
Tetratongo
Escribió: «a ver viajado al mercado de Atarazanas me entusiasmó». ¡No, no! Colimáis, se escribe: haber viajado al mercado de Atarazanas me entusiasmó» ¿Crees que puedes mejorar tu español? Le había preguntado una mañana del verano más caliente en Málaga. No en Malagueña como me dijo Colimáis un día cualquiera. Él fue uno que fue al otro lado del Mediterráneo. Allí había conocido a Tetra Tongo en un puesto de un mercado africano. A Tetra le gustaba vender hasta engañifas. Ahora Colimáis y Tongo se habían mudado a Antequera donde les iba mejor, y dónde ofrecía tetratongo (conjunto de cuarenta diptongos en su lengua). Vendiéndolos muy caro en su puesto falsario en el mercado de Antequera.

Picasso Cannes1957, Infanta Margarita Maria
La figura tiene un tratamiento de las formas simplificado y geometrico. La cara, demasiado grande en proporción con el cuerpo, tiene una estructura pictórica muy sugerente debido a su fragmentación geomé,trica que le permite atravesarla mediante franjas de color verde, negro , azul y blanco.
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