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Siempre quería estar desnudo

Actualizado: 14 oct 2020

En unas horas cumpliría setenta y cinco años. Verónica me había preparado una fiesta de celebración en el jardín. La fiesta no empezó porque esa tarde comenzó a llover torrencialmente. Un diluvio en octubre. Tuvimos que permanecer dentro de la casa. El agua comenzó a colarse por las rendijas. Nos dedicamos a buscar toallas, pantalones viejos, camisas desgastadas, almohadas y cualquier tipo de ropa vieja para colocarlas en las rendijas y así queríamos evitar que el agua nos inundara la parte interior de la casa.


En el momento de más apuro, sonó el teléfono, era una llamada de larga distancia desde una isla del sur del mundo. Mi hijo respondió la llamada. Dos minutos más tarde, pregunté «¿Quién llamó?». Mi hijo habló lo suficientemente alto para que todos oyéramos y respondió: «Bueno, llamó tu hija y mencionó que a pesar de que no llueve, porque es una temporada completamente opuesta a la que hoy sucede aquí, ella no pudo venir a tu fiesta de cumpleaños. Lo lamentó. ¡Tú sabes bien como es ella!».


Ningún invitado pudo llegar a la casa en vista del diluvio. ¡Claro! Eso fue desafortunado, pero inevitable. Ya no teníamos más ropa vieja para tapar las rendijas. El agua continuaba entrando. Todavía no era exactamente el momento de mi cumpleaños, faltaban unos minutos. Hace un año, mi madre, un poco antes de morir, lo único que se le ocurrió decir fue: «hijo, naciste exactamente a las ocho y media de la noche, así que; a esa hora es que debes apagar las velas colocadas sobre la torta».


¡Ojalá parara de llover y no entrara más agua! O quizás ayudaría colocar más ropa —las que teníamos puesta— en las rendijas, y así lo hicimos. Detuvimos la inundación y pude apagar las velas encendidas. ¡Las apagué! con esfuerzo, eran muchas. Verónica se fue al cuarto y regresó con dos regalos: una litografía de “El hombre modular”de Le Corbusier del año 1956 y el libro "El Aleph" de Borges que también cumplia setenta y cinco años de haber sido publicado.



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El Hombre modular: Firmado por Le Corbusier Paris 20/2 , 1956



 
 
 

1 comentario


micoduna
12 oct 2020

Me gustó mucho el relato: siempre quería estar desnudo... muy bien traído y redactado ¡Felicitaciones!

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